Un estudio realizado por investigadores en Estados Unidos, ha demostrado que dormir poco durante la noche provoca un aumento de la ingesta de comida, tanto en adultos como en niños. Se comprobó que una mala noche de sueño puede afectar a la realización de las actividades cotidianas al día siguiente, alterando las porciones y tipo de comida que elegimos durante el día.

"La ingesta de alimentos está implicada con muchos problemas de salud crónicos como, por ejemplo, la obesidad, diabetes o las enfermedades del corazón. Además, sabemos que una alimentación saludable es a menudo un objetivo del tratamiento para prevenir la aparición de estas patologías", han señalado los investigadores Lundahl y Timothy D Alyssa Nelson.

Es necesario que le demos importancia y espacio a un buen descanso nocturno, para que de esa manera nuestro cuerpo pueda tener no tan solo el descanso que necesita, sino también para que durante el día podamos rendir como necesitamos sin tener que elegir alimentos de mala calidad o comer en abundancia. 

Si te gustó la nota podés darle "Me Gusta" y compartirlo con tus amigos en Facebook.

Lic. Juan Pablo Potylicki. MN 8149