Es por ello, que en la alimentación de los deportistas, el aporte de las mismas debe estar presente para no solo asegurar una correcta recuperación después de cada sesión de entrenamiento, sino para que el resto de las funciones en las cuales las proteínas forman parte, estén disponibles y de esa manera estemos saludables.

Es común asociar un consumo alto de proteínas con un aumento de masa muscular, aunque esta la relación no es directa. Para lograr este aumento en la masa muscular, debe haber un correcto entrenamiento de fuerza muscular y cubrir la demanda adecuada de proteínas y energía, de acuerdo a las necesidades individuales de cada individuo según edad, sexo y tipo de entrenamiento.

Las proteínas podemos encontrarlas en dos grupos de alimentos:

1 - Las de origen animal, que se las consideran de alto valor biológico, porque nos aportan aminoácidos esenciales, que de nuestro cuerpo no puede producirlos y mediante su consumo cubrimos esa necesidad. Los alimentos son: carne vacuna, pollo, pescado, cerdo, lácteos, huevos, entre otros.

2 - Las de origen vegetal, que también aportan proteínas pero en menor proporción los cereales y legumbres.

Debemos recordar que las proteínas participan en la recuperación muscular, lo cual deben ser consumidas después de un entrenamiento o competencia, para facilitar al músculo una rápida recuperación.

Mediante una alimentación balanceada y acorde al nivel de entrenamiento que cada deportista realice, las proteínas cumplen un rol muy importante en el balance de nuestro organismo, favoreciendo así un correcto funcionamiento corporal que nos permitirá sostener no solo los entrenamientos, sino también las exigentes competencias.

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Lic. Mariana Silvestro, Nutricionista. MN 5843
Lic. Nadia Hrycyk, Nutricionista. MN 5430